Es una de las hierbas más mágicas que hay y sirve para casi todo. No es de extrañar que fuere una de las hierbas preferidas de los Druidas. Colgada en un saquito junto con Turmalina y Eucalipto aporta una poderosa protección contra cualquier tipo de amenaza, ya sea física o espiritual.
Aleja enfermedades y accidentes. Transmuta las energías densas y vence todos los obstáculos.
Atrae, amor, felicidad y buena suerte. Incrementa la concentración, la autoestima y el poder personal, así como la creatividad y las facultades mentales. Quemado ahuyenta el mal.
Besarse bajo un ramillete de este mantiene el amor. Debajo de la almohada aleja las pesadillas y proporciona un descanso reparador.
(*El peso de las bolsas puede variar según el volumen de la hierba que contengan.)
